El discurso es una herramienta para comunicar conocimientos, para desarrollar laCon esta frase, Daniel Cassany inicia su libro Afilar el lapicero, verdadero manual de referencia en torno a cómo enseñar a escribir o mejorar la escritura propia.
actividad laboral, para fortalecer nuestra identidad profesional, para cumplir
nuestros deberes y para ejercer el poder. Economistas, juristas, ingenieros,
biólogos, médicos, físicos, investigadores, maestros, sociólogos, abogados…
¡todos trabajamos con el discurso!
Salió publicado por Anagrama en diciembre del 2007, y si es necesario solicitarlo a un librero y esperar unos días para que el ejemplar llegue a nuestras manos, vale la pena hacerlo. Cassany es el autor de habla española más reconocido en el ámbito de la enseñanza de la escritura por sus notables reflexiones y experiencia, tanto académica como empresarial.
Todos sus libros son un excelente material de lectura y ponen a la escritura en el centro de las actividades laborales, como una habilidad que potencia el desarrollo de cualquier profesional. El enfoque es simple y llano, y fundamentalmente, acertado. En el fondo, nos obliga a reflexionar: Si al escribir no podemos comunicar coherentemente nuestros pensamientos, ¿por qué deberíamos esperar que aceptaran las conclusiones o recomendaciones que proponemos?
En su último libro Cassany hace un recorrido transversal por cuestiones centrales de la escritura: la figura del lector, la organización de la información, el estilo de escritura, la estructura de los documentos, etc. Definitivamente no defrauda al lector que se acerca siguiendo el subtítulo Guía de redacción para profesionales.
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